La psoriasis es un trastorno inmunológico crónico y recidivante.
La
lesión clásica es una placa eritematosa bien delimitada, con escamas
superficiales de color blanco plateado.
Se distribuye por las superficies de
extensión (es decir, rodillas, codos y nalgas); también puede afectar a las
palmas de las manos y al cuero cabelludo (sobre todo al borde de inserción
anterior).
Se puede asociar a artritis psoriasica y alteraciones ungueales (onicólisis, punteado o engrosamiento de la lámina ungueal con acumulación de restos subungueales).
Como tratamiento de base debemos:
> Mantener una rutina de
hidratación cutánea
> Glucocorticoides tópicos
> Pomada de alquitrán
> Luz UV
(psoralenos)
> Metotrexato en caso de enfermedad grave avanzada
Información extraída del libro titulado “Principios demedicina interna” de Harrison.
Cabe destacar, como bien he especificado al principio, que
la psorisis puede ir acompañada de alteraciones ungueales como pueden ser las
siguientes:
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Punteado (pitting) o fóveas de la lámina ungueal. Imágen de El Rincón de la Medicina Interna |
Engrosamiento de la lámina ungueal u onicogrifosis, especial atención diferenciar de las uñas traumáticas o la onicomicosis. Imágen del artículo titulado "Psoriasis y su afectación en el pie" |
Destaco la denominada psoriasis pustulosa por la presencia de placas eritematosas en los pies, a pesar que es poco frecuente, puede producirse en forma de manchas extensas (psoriasis pustulosa generalizada) o en zonas más pequeñas en las manos, en los pies o en las puntas de los dedos.
Por lo general, se manifiesta rápidamente, con la aparición de ampollas llenas de pus algunas horas después de que la piel se pone roja y sensible. Las ampollas pueden aparecer y desaparecer con frecuencia. La psoriasis pustulosa generalizada también puede provocar fiebre, escalofríos, picazón intensa y diarrea.
Fuente: Mayo Clinic |
Según la Arthritis Foundation, la artritis psoriásica es un trastorno que causa dolor e inflamación en las
articulaciones.
No todo el que tiene psoriasis presenta esta alteración, se considera que entre el 10% y el 30% de las personas con esta enfermedad desarrollan artritis psoriásica.
Afecta
tanto a hombres como a mujeres y se desarrolla entre los 30 y 55 años de edad.
Sus principales síntomas son dolor articular asociado con la hinchazón y con el
enrojecimiento de las articulaciones, particularmente en los tobillos y en los
dedos de las manos y de los pies.
Algunos pacientes que lo padecen pueden
presentar rigidez en cuello o espalda con posible disminución de la movilidad.
De forma más frecuente las manifestaciones cutáneas aparecen antes que el dolor
articular, aunque también pueden mostrarse al mismo tiempo.
Fuente: Manual MSD, enfermedades articulares, artrítis psoriásica |
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